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La economía sumergida es un fenómeno que afecta a muchos países, incluyendo España. En el último año y medio, se ha producido un aumento significativo en el número de pymes que optan por la ella como forma de sobrevivir en un contexto económico difícil. Según los últimos datos, alrededor del 15% de las pymes en España han entrado en la economía sumergida en algún momento durante este período.

¿A qué llamamos economía sumergida?

La economía sumergida se refiere a las actividades económicas que se realizan sin pagar los impuestos correspondientes, evadiendo así las obligaciones fiscales y sociales. Esto puede incluir el trabajo no declarado, la facturación falsa, el uso de empresas pantalla o la realización de transacciones en efectivo no declaradas.

Las pymes pueden verse tentadas a entrar en la economía sumergida por diferentes razones. En muchos casos, las empresas enfrentan dificultades financieras y económicas que las llevan a buscar formas de reducir costos y aumentar sus ingresos. Aunque esta forma de contabilidad puede parecer una opción atractiva para lograr estos objetivos, ya que permite reducir los costos y aumentar la rentabilidad de la empresa.

Sin embargo, optar por la economía sumergida no es una solución sostenible ni recomendable a largo plazo. En primer lugar, es ilegal y puede llevar a multas y sanciones por parte de las autoridades fiscales y de la Seguridad Social. Además, las empresas que operan en la economía sumergida pierden la protección legal y social que brinda el sistema fiscal y de la Seguridad Social, lo que las hace más vulnerables a las dificultades financieras y legales en el futuro.

Por qué y cómo evitarla en pymes

economía sumergida en pymes

Además, la economía sumergida puede tener consecuencias negativas para la economía en general. La evasión fiscal reduce los ingresos del Estado, lo que puede afectar la capacidad del gobierno para financiar programas sociales y de inversión. Además, las empresas que operan en la economía sumergida pueden competir deslealmente con aquellas que cumplen con sus obligaciones fiscales y sociales, lo que puede distorsionar el mercado y afectar la competencia.

Para evitar la economía sumergida, es importante que las pymes busquen otras formas de enfrentar la situación financiera actual. Una opción es buscar financiamiento adicional, ya sea a través de préstamos o de inversores. Otra opción es reducir costos, por ejemplo, reduciendo el tamaño de la empresa, disminuyendo los gastos generales y buscando formas de mejorar la eficiencia.

También es importante que las pymes busquen asesoramiento financiero y contable para entender mejor su situación financiera y las opciones disponibles. Las empresas deben buscar ayuda de expertos en finanzas y contabilidad para establecer un plan de recuperación financiera y para implementar medidas que les permitan salir adelante.

Por último, es importante que las autoridades fiscales y de la Seguridad Social tomen medidas para reducir la economía sumergida. Esto puede incluir el fortalecimiento de los controles y sanciones, así como la promoción de la educación financiera y la colaboración con el sector empresarial.

En conclusión, la economía sumergida es un fenómeno que afecta a muchas pymes en España y puede tener consecuencias negativas. Para evitar que nuestra empresa tenga problemas relacionados con esta materia, es importante que contemos con profesionales que puedan ayudarnos en todo lo relacionado con las finanzas de nuestro negocio. En Gestoría Universia, contamos con un equipo de profesionales altamente cualificados, quienes te ayudarán y asesorarán en materia legal, administrativa, laboral y contable. Contacta con nosotros, te ofrecemos un trato personalizado en base a tus necesidades.